jueves, 29 de abril de 2010

BRASIL: MANAUS Y LA SELVA AMAZONICA


Salimos de Lima a las siete de la mañana, hicimos escala en Panamá y llegamos a Manaus por la tarde. Estaba lloviendo, algo normal pues estamos en época de lluvias en Brasil. Intentamos sacar dinero desde los cajeros del aeropuerto pero nos fue imposible. Un hombre se ofreció a pagarnos el bus hasta el centro pues su primo tenía una agencia y nos podía conseguir alojamiento e incluso excursiones muy baratas al Amazonas. Así que nos fuimos con él pues no teníamos otra opción.


Llegamos al centro y al hotel que nos recomendaba este hombre y nos presentó a su primo THOMAS AMSTRONG de la empresa AMAZON JUNGLE TOURS, JAMÁS LO CONTRATÉIS porque es un aprovechado. Nos vendió un paquete que incluía tres noches en Manaus, cuatro días y tres noches en la selva con diferentes actividades y el viaje en barco de cinco días y cuatro noches a Belem en un camarote muy amplio, con aire acondicionado y todas las comidas incluidas . Después resulto que las fotos del hotel en la selva no tenían nada que ver con el hotel en el que estuvimos ( ahora mucho más deteriorado que en las fotos ), los propios guias de las excursiones nos dijeron que estafaba a todo el mundo, el camarote del barco a Belem no era espacioso ni mucho menos y no incluía las comidas ( menos mal que no nos fiamos de él y llevamos algo de comer ). Además preguntamos a los demás de la excursión a la selva y a cada uno le cobró una cosa diferente. Por suerte nosotros no salimos muy mal parados.

Después de hacer el aviso, al que nos veíamos obligados, continuamos. Un día después de llegar a Manaus tomamos la lancha rápida que nos llevaría a la selva del amazonas. Primero nos mostraron el encuentro de las aguas como se ve en la foto. Aquí se encuentran el Amazonas ( agua marrón ) y el Río Negro ( evidentemente agua negra ) dándose un fenómeno único: las aguas nunca se mezclan. Esto se produce debido a cuatro factores: densidad, velocidad, profundidad y temperatura . También lo pudimos ver en el viaje a Belem.


Después nos detuvimos para ver estos nenúfares gigantes, la pena que solo florecen en Junio, pero fue impresionante verlos.


Y por último llegamos al hotel donde pasaríamos los cuatro días flotando literalmente.


La primera noche la pasamos durmiendo en la selva en hamacas con mosquitera porque los mosquitos nos comían y con un calor terrible. Esa noche cenamos arroz blanco y pollo a la brasa hecho de una forma muy tradicional. Después de cenar a eso de las siete de la tarde nos fuimos a dormir porque en la selva una vez que se va la luz del sol no hay nada mejor que hacer.


Al día siguiente nos fuimos con todo el grupo a visitar un poblado indígena. Allí nos mostraron sus costumbres, danzas y rituales y hasta bailamos con ellos, una pasada. Y luego de comprar algo de artesanía fuimos a un poblado nativo, estos más modernos, donde pudimos disfrutar de sus playas y de una cervecita.


Y por la tarde a PESCAR PIRAÑAS, si, si a pescar pirañas. Un puntazo!!! Miguel pescó dos y por la noche se las cenó. Y yo después de tener una en el anzuelo y esperar a la foto se soltó y se escapó :(


Pudimos disfrutar de unos amaneceres y unos atardeceres impresionantes. Del río totalmente calmado simulando a un espejo. De baños a primera hora de la mañana en un agua que parecía coca-cola. Incluso de ver como miles de pájaros se acercan a una isla a dormir pasando tan cerca de uno que casi los podías tocar.


Y el último día en la selva, el día de mi 32 cumpleaños hicimos canoing con nuestro guía que nos mostró monos pequeñísimos, pájaros carpinteros, frutos desconocidos y una paz única para los urbanitas, que supimos saborear.




Después regresamos a Manaus y la magia se rompió. Volvimos a la bulliciosa ciudad llena de gente que solo quiere sacar dinero de los extranjeros.
Al día siguiente tomamos el barco que nos llevaría a Belem. Cinco días y cuatro noches.


Nuestro camarote amplísimo, con aire acondicionado y baño propio. Nos pasamos los cuatro días lavando ropa a mano en el lavabo porque tiempo nos sobraba. Paramos en varios puertos y disfrutamos de las vistas que nos ofrecía el Amazonas.


Además de ver como vive la gente de esta zona, en casas a orillas del río. Niños muy pequeños manejando canoas. También pudimos ver como la gente se enganchaba a nuestro barco desde sus canoas para pedir comida y como la gente les tiraba bolsas que ellos recogían. Esta zona es la más pobre de Brasil y lo pudimos vivir.


Después de cinco días y cuatro noches de barco llegamos a Belem. Y de verdad que buscamos al niño Jesús pero no lo encontramos por ningún sitio!!!




















PERU: LIMA

Después de 14 horas de bus llegamos a Lima ( recorridos un total aproximado de 27000 km ) al barrio de Miraflores donde estuvimos prácticamente todo el tiempo. Es la zona más segura de Lima y la más bonita para nuestro gusto. Lima es enorme y tiene muchos barrios. A medio día nos fuimos a comer a un famoso centro comercial llamado Larcomar. Después de tanto tiempo en la montaña y sin pisar un sitio tan moderno estábamos como perdidos. Comimos y tomando un café en un Starbucks nos encontramos con Angy a la que habíamos conocido en Arequipa, una canadiense muy loca.

Esa misma noche quedamos con ella y una pareja amigos suyos para tomar una copa. Después Miguel y yo nos fuimos de fiesta a una disco gay donde conocimos a un chico que nos invitó a su casa a un chill out. Eramos doce y lo pasamos genial. Llegamos al hostel a las once de la mañana y pasamos el día durmiendo, así que decidimos alargar nuestra estancia un día más para conocer el centro al menos. Quedamos con Angy y un chico de Isrrael para visitarlo.

La plaza de San Martín


La Catedral

La plaza de armas

El arzobispado, muy colonial como casi todo el centro.

El monasterio de Santa Ana. En el patio de este hay un pozo donde la gente echa cartas con sus deseos para que esta santa se los conceda. Esta mujer hacía, desde los 4 años de edad, el viacrucis por el patio del convento. Loca??


Y visitamos la Iglesia de San Francisco de Asís y su museo donde hay unas catacumbas muy bien conservadas.

Esa noche hicimos una fiesta de despedida para Angy en casa de la chica donde se quedó esos días. Ella se volvía a Canadá y nosotros aún sin saber que hacer. Pasamos el día siguiente informándonos bien de que opciones teníamos. Optamos por tomar un avión de Lima a Manaus, bastante barato, y ya en Brasil hacer una excursión a la selva descartando así visitar Ecuador pues no nos daba el tiempo.
Próximo destino Brasil.










martes, 27 de abril de 2010

PERU: AREQUIPA Y EL CAÑON DEL COLCA

Tomamos un autobús desde Cuzco por la noche dejándonos en Arequipa muy temprano. Nuestra idea era pasar allí una noche y continuar a Lima pero había un inconveniente, los mineros estaban en huelga y habían cortado las carreteras a Lima. Fue una huelga muy dura, incluso murieron varios civiles. Otra opción era ir a Lima en avión pero salía muy caro, así que decidimos hacer una excursión de dos días y una noche al cañón del Colca.

Contratamos la excursión a través de nuestro hostel con la empresa Wanabi tours ( damos el nombre por si alguien decide hacer la excursión porque es buena ).

Durante el trayecto al parque del valle del Colca hicimos varias paradas para ver las llamas, alpacas y demás bichos que andaban por allí. Nos paramos también en el mirador de los volcanes desde donde se podían ver unos pocos, solo en Arequipa hay más de 300 volcanes!!!.

Y llegamos a Chivay, la entrada del parque y pueblo donde nos quedaríamos a dormir para al día siguiente ir al valle y cañón del Colca.

Paseamos por sus calles llenos de puestos de comida y un mercado de artesanía.

También pudimos disfrutar de sus piscinas termales con el agua a 4o grados. Este agua es calentada por un volcán cercano.

Al día siguiente muy temprano, eran las siete de la mañana y esta gente estaba bailando, llegamos a un pueblo llamado Maca que en catalán significa bonita pues los colonizadores de este pueblo eran catalanes.

Y por fin pudimos admirar la belleza del Valle del Colca. Todo el valle estaba plagado de terrazas de cultivo que utilizaban los inkas y que ahora los habitantes de esta región están recuperando. En las paredes de las montañas cercanas los inkas hacían agujeros para guardar alimentos. Después los tapaban con barro como si fuesen nidos de golondrinas para almacenarlos y utilizarlos durante las guerras o en caso de malas cosechas. Estos almacenes eran llamados colcas en la lengua Quechua de ahí el nombre del valle y el cañón.

Llegamos al cañón donde pudimos caminar unos cuarenta minutos y poder disfrutar de la vista desde los miradores del camino.

Más adelante el mirador de la Cruz del Cóndor, animal mítico que alza su vuelo cuando las corrientes de aire comienzan a calentarse para salir a cazar. Tuvimos que esperar un par de horas para poder verlos.

Pero al fin aparecieron. Luego de alucinar viéndolos realmente cerca, volvimos a Arequipa donde tomaríamos un autobús que nos llevaría a Lima pues la huelga de mineros había terminado.













lunes, 26 de abril de 2010

PERU: MACHU PICCHU

Una vez que llegamos a Ollantaytambo, fijaos como se lo montan cuando llueve para no mojarse y poder hablar por teléfono, nos despedimos de Juan y Miguel y nos alojamos en un hospedaje bastante barato. Desde aquí nos dijeron que era más fácil llegar a Machu Picchu si no tenías tren ( 210 dólares por persona el más barato ). La idea era que teníamos que dar un pequeño rodeo por las montanas tomando diferentes vehículos o buses.

Siendo muy temprano y estando en la plaza de Ollantaytambo nos informaron que los buses pasaban bastante tarde y que no íbamos a llegar ese día a Aguas Calientes. Así que nos buscamos la vida. Vimos que un grupo de gente llegaba a la plaza y le preguntamos a su guía que si tenían dos lugares para nosotros. Bajo cuerda le dimos 100 dólares y nos metió en el grupo asegurándonos la ida y la vuelta pero no el alojamiento y la entrada al parque. Nos pareció bien. Nos montamos en su furgoneta; eramos 16 incluidos el guía, el gerente de la agencia y el hijo de este. Tomamos una carretera asfaltada hasta Abra Málaga donde estuvimos parados una hora debido a un derrumbe, el primero de los muchos que veríamos después. Continuámos por caminos casi impracticables ( véase la foto ) hasta llegar a Santa Teresa donde comimos a eso de las 3 de la tarde.

Después de comer nos acercaron unos 45 minutos en coche hasta una cesta a unos 200 m por encima del río para cruzarlo. La cesta se movía por la tracción humana y sólo entraban tres personas en cada viaje y eramos un montón. Conseguimos cruzar, entre risas y miedos, a las 4 de la tarde.

Andamos a través de la selva unas dos horas más hasta llegar a la hidroeléctrica donde se suponía nos tenía que haber dejado el bus pero la crecida del río, que mantuvo el Machu Picchu cerrado, se lo había llevado por completo. Así que tuvimos que caminar por las vías del tren.

La caminata duró 4 horas más en plena noche, con linternas y mucho agotamiento. Por fin llegamos a Aguas Calientes a las 9 de la noche, exaustos. Nos alojaron en un hospedaje, compramos las entradas para el parque ( 126 Nuevos Soles ) y caímos rendidos.

A las cinco de la mañana en pie para coger un bus que nos subiera al parque ( 7 dólares cada uno ) porque después de la caminata del día anterior nos parecía imposible subir una hora de escalones. Y por fin entramos a Machu Picchu ( Monte viejo ) la recompensa a tanto esfuerzo se materializo ante nuestros ojos. Impresionante, aún casi vacío nos llenó el alma. Es un lugar mítico, místico diría yo. Todo tan verde y el Waynapicchu ( Montana joven ) al fondo tan gigante, las construcciones inkas tan bien organizadas. Todo un espectáculo creado por el hombre hacía tantos siglos.

Recorrimos durante tres horas todo el lugar con nuestro guía que nos iba contando como construían las edificaciones, la cosmovisión inca, la importancia de los templos, como organizaban sus ciudades y cultivos....

Esta es la cantera de donde extraían las piedras para construir sus edificios y templos.

Con esta piedra se orientaban y sabían perfectamente donde se encontraban Norte, Sur, Este y Oeste. Si colocas una brújula sobre ella marca los cuatro puntos con una exactitud pasmosa.

Y este es un calendario inka, mediante el movimiento de las sombras sabían cual era el momento idóneo para sembrar o cosechar un cultivo, además para saber en que época del año se encontraban.

Las edificaciones eran antisísmicas. Construían las paredes con una cierta inclinación al interior para evitar que se cayeran en caso de terremoto.


Y de esta forma canalizaban el agua hacia las viviendas o cualquier punto del pueblo.

Cuando el guía nos dejó tiempo libre, ahora podíamos hacer lo que quisieramos. Nos fuimos a descansar un poco. Casualmente nos encontramos con Juan, y digo casualmente porque no sabíamos que iba a subir ese día pues ya subió el anterior. Nos dijo que quería subir al Waynapicchu pero no pudo. Es bastante difícil, tienes que estar de los primeros y solo entran 400 personas en dos turnos. Además de ser un trekking bastante duro.

Al día siguiente regresábamos a Cuzco, esta vez los guías nos consiguieron pasajes de tren hasta la hidroeléctrica ( 8 dólares cada uno ) ahorrándonos 4 horas de caminata.

Salimos a las 12 de la mañana, llegamos a hidroeléctrica a la una y media. Dos horas de caminata hasta la cestita. Dos horas más de espera para que todo el grupo cruzara. Andando hasta Santa Teresa porque otro derrumbe no permitían a los vehículos llegar a recojernos. 30 minutos de coche y otro derrumbe que nos obliga a subir por encima de lodo y piedras para tomar otro bus que nos llevaría a Cuzco sanos y salvos. Al llegar a la carretera asfaltada y ya muy cerca de Abra Málaga otro derrumbe nos mantuvo toda la noche dentro del bus.

Ya por la mañana una máquina despejó el camino y pudimos llegar a Cuzco. Por fin sanos y salvos. Nuestro próximo destino Arequipa.