Uruguay es un país pequeño limítrofe con otros tres: Argentina, Paraguay y Brasil. Lo que mas nos impresiono es la seguridad y la hospitalidad de sus gentes. Y ahí estábamos en la estación de Buquebus en el puerto dispuestos a embarcar. Tres horas de ferry por delante y cuatro horas mas de autobús para llegar a Punta del Este.
Un ferry enorme desde donde veìamos Buenos Aires iluminada de noche.
Y llegamos a Punta del Este con muchas ganas de playa, esta es la Rinconada. Nos encantaron las casas construidas sobre la roca y tan cerca del mar. Sin vallas, ni cercas,...
Esta niña nos enamorò, hija de Tano y Sole unos amigos que nos dieron alojamiento y cuatro días maravillosos.
Ahí tenéis a Tano
Y aquí a punto de decirle chau al Sol con Sole, Karu y Cami
Y no nos podíamos perder esta playa llamada Chiguagua, nudista, con un lago de agua dulce a pocos metros del mar y mucho màs calentito.
Unos atardeceres impresionantes.
Y hasta hicimos deportes acuáticos...
Y como no un buen asado para comer. Estaba estupendo Tano, gracias.
Nacho y Flor con su troupe. Son gente estupenda era como si los conociéramos de siempre. Gracias por vuestro trato chicos.
Esa Sole fumanchu, jejejeje
Y Nacho nos preparo un asado el ùltimo día. Todo un manjar.
Y al día siguiente cogimos un bus que nos llevo a Montevideo donde pasaríamos una noche. Montevideo nos decepciono un poco. Una capital de país abandonada y sucia. Una pena porque con un poco de cuidados seria estupenda. Tiene unas construcciones muy lindas que recuerdan mucho a Buenos Aires.
El edificio gemelo al Barolo de Buenos Aires.
Aquí dormimos, en plena Plaza de la Independencia, muy recomendable (chelagarto)
Durante la colonizaciòn portuguesa, la ciudad estaba rodeada por una muralla. Esta puerta es lo que se conserva de ella.
La rambla de Francia, un paseo junto al mar muy lindo.
Y el teatro Solìs, el màs importante de la ciudad.
Y por ultimo al día siguiente nos fuimos a Colonia del Sacramento un pueblito muy lindo. Pesca y turismo son sus fuentes de ingreso. Espacios verdes muy cuidados y con un patrimonio muy protegido. Fue declarado patrimonio de la humanidad.
Con mucho encanto. Nos gusto lo limpio que estaba todo y la magìa que tenia el lugar. Parecia que estabamos en otro tiempo.
Las tiendas surgìan desde cualquier rincòn dentro de antiguas casas en las que se han respetado su fachada y jardines. En algunos vimos restos fosiles de dinosaurios, por lo visto se han encontrados muchos en esta zona.
Y de vuelta en Buenos Aires. El pròximo destino sera Rosario y Còrdoba en el interior.
Salimos de la estación de Retiro dispuestos a conocer Rosario y Córdoba. Después de cinco horas de autobús (305 Km desde Buenos Aires) llegamos a Rosario en la provincia de Santa Fé, apostada a orillas del río Paraná con un importante tránsito fluvial. En esta ciudad nació Ernesto Guevara el Ché donde su figura es sumamente representativa.
Una vez acomodados en el hostel decidimos conocer la ciudad. Nos dijeron que el centro era lo más seguro e interesante para visitar. En un sólo día lo recorrimos todo. Además pudimos disfrutar de sus playas junto al río Paraná. Existe una isla a la que no pudimos acceder debido a la tremenda crecida del río días antes.
Desde la playa La Florida pudimos ver el centro de Rosario que visto de lejos tomaba una perspectiva muy distinta a lo que parecía por dentro.
Y aquí la casa natal del Ché donde vivio hasta los siete años de edad porque debido a un asma crónico fue trasladado a Alta Gracia en la sierra de Córdoba por prescripción médica. 
Visitamos también el Parque de la independencia donde se encuentra el hipódromo medio abandonado y un lago donde se puede pasear en unos botes a pedales...
Y muy cerca de nuestro hostel el famoso Monumento a la Bandera. Es un monumento dedicado a la bandera argentina. En este lugar se enarboló por primera vez la bandera del país, a manos del General Belgrano en 1812.
Después de pasar un par de días en la hermosa ciudad de Rosario, nos dirigimos a Córdoba a unas seis horas (unos 400Km) de nuevo en bus porque es el transporte que mejor funciona y el más barato, claro.
Llegamos a Córdoba y lo primero fue visitar el centro donde se encontraban la Catedral,
la iglesia del sagrado corazón de Jesús (o de los Capuchinos) que nos fascinó por cierto
el Teatro de la ciudad
y la manzana Jesuítica.
Con un convento de clausura.
Y en la plaza de la Intendencia el monumento a los caídos en la guerra de las Malvinas. una especie de peñón de Gibraltar para ellos...
Y continuamos nuestro viaje a la sierra de Córdoba. En la zona de Traslasierra, lo único que visitamos porque para conocer la sierra de Córdoba entera se necesita mucho tiempo. Llegamos a Mina Clavero a unos 400 Km de Córdoba.
A Mina Clavero lo cruza un río con el mismo nombre. Un lugar muy lindo y muy turístico pese a estar en la sierra. 
El río forma playas donde se puede ir a pasar el día.
También nos recomendaron visitar un balneario a unos 5 Km del pueblo llamado la cascada del Toro Muerto, un lugar privado donde el río Panaholma formaba un par de cataratas muy interesantes y donde se podía pasar un día realmente tranquilo. Y así fue, muy tranquilo.
Y después de una semana en la sierra de Córdoba regresamos a Buenos Aires donde pasaríamos un fin de semana estupendo antes de continuar bajando al sur hacia Mar del Plata y Puerto Madryn. 
