Llegamos al templo y pedimos alojamiento. Nos dirijimos al edificio justo enfrente de la entrada al templo y hablamos con un sij que nos tomo nota de nuestros pasaportes y nos mostro nuestra cama que podriamos usar durante tres dias de manera gratuita. Se trataba de una habitacion compartida con mas personas, solo para extrangeros. Los sij dan asilo a todo el peregrino que lo necesite sea de la religion que sea o de la nacionalidad que sea. Esto nos fascino. Asi tambien dan de comer gratis a unas 70000 personas durante las 24 horas del dia en una cocina y comedor que no paran nunca.
Despues de instalarnos entramos al recinto del templo. Antes de entrar hay que cubrirse la cabeza, lavarse las manos y pasar por una especie de piscnita que cubre hasta los tobillos para lavarse los pies. Entonces estas listo para adentrarte en el recinto del templo. Esta todo hecho de marmol blanco a excepcion del templo que se encuentra en medio de un enorme lago artificial que contiene el nectar sagrado. Esta cubierto de oro y predomina su color ante el marmol blanco que lo rodea. Ademas cambia de aspecto a lo largo del dia y dependiendo de la luz que proyecte. Nos quedamos boquiabiertos. De una pulcritud extrema para lo que teniamos vivido en India y de una quietud y silencio que nos invadian de paz. Ademas de los canticos de oraciones que podiamos escuchar a traves de unos altavoces que se encontraban por todas partes pero que no desentonaban con el momento.
Los sij creen que todos somos iguales y que las castas son inutiles. Siguen las ensenyanzas de los Gurus (maestros) que escribieron un libro sagrado donde se da cuenta de la filosofia de vida a seguir. Para ellos este libro es como un ser vivo al que acuestan por la noche en un ritual y levantan por la manyana para ser leido a lo largo de la jornada. El libro se abre a las cinco de la manyana y se cierra a las nueve de la noche. Se abre aleatoriamente y se lee durante todo el dia para aprender de las ensenyanzas de los maestros.
Asi nos dispusimos a entrar en el templo propiamente dicho. Cruzamos una pasarela hasta llegar a el y entramos. Dentro un grupo de musicos no paraban de tocar diferentes instrumentos para ser escuchados a traves de los altavoces. La gente hace donativos que nadie pide. Se rodea el libro y se sale. Hay dos escaleras que suben a una primera planta desde donde se ve lo mismo que al entrar pero desde arriba y otra escalera mas que sube a la azotea del templo desde donde se puede observar el recinto del templo y una enorme cupula de oro.
Asi transcurrido el tiempo de nuestra visita en Amritsar nos tuvimos que despedir del mejor sitio de India que hubieramos visitado. Tomamos el tren a Jaipur que tardo 18 horas en llegar y nos reunimos con Miguel y David, ya mas recuperado, para dirigirnos a Pushkar a vivir la feria del camello.